Tehuacán, Puebla, 19 de julio de 2025.— La justicia ha hablado: Miguel Ángel N ya no cuenta con la suspensión definitiva que lo protegía de ser detenido.
Un Juzgado en Puebla dejó sin efecto el amparo dentro del expediente 541/2025, tras confirmar que el empresario incumplió con las condiciones legales para mantener dicho beneficio.
La resolución, publicada el 15 de julio en el portal del Consejo de la Judicatura Federal, establece con claridad que Miguel Ángel N no presentó la garantía requerida ni se presentó ante la autoridad correspondiente.
En otras palabras: está prófugo y evadiendo la ley.
Una orden de aprehensión girada el 30 de mayo, por una denuncia de extorsión a su sobrino con quien comparte la propiedad de una importante empresa local es el motivo por el que anda prófugo.
Pero más allá del conflicto familiar, lo verdaderamente grave es el caos que su huida está generando: miles de empleados, proveedores y socios comerciales se encuentran en total incertidumbre, mientras Miguel Ángel N sigue oculto y bloqueando el acceso a la operación del negocio.
A pesar de ya no tener sustento legal alguno, Miguel Ángel N sigue aferrado al control de la empresa, negando la participación al socio legítimo del 50% restante: su sobrino.
Su negativa a enfrentar la justicia no solo refleja cobardía, sino también una profunda irresponsabilidad empresarial.
En este escenario, lo lógico y necesario es que el sobrino asuma el control administrativo de la empresa para garantizar la continuidad del trabajo, la estabilidad financiera y la tranquilidad de las familias que dependen de ella.
La ley ya dio su veredicto. Ahora, la responsabilidad recae en las autoridades para que Miguel Ángel N sea detenido y se recupere la estabilidad dentro de una compañía que no puede seguir rehén de un prófugo.