En San Gabriel Chilac, el conflicto por el agua ha sacado a la luz una problemática que indigna a la población: ha trascendido que el grupo denominado «los ramales» cobran hasta 500 pesos por 6 horas de agua, una tarifa considerada desproporcionada frente a los costos que prevalecen en otras comunidades de la región.

Ejidatarios y líderes de los ramales, señalados como responsables de fijar estos cobros, han manifestado su rechazo a la intervención de la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA). La razón, según denuncian habitantes, es clara: la regulación federal pondría fin a un esquema que beneficia económicamente a unos cuantos en detrimento del resto de la población.

El pasado 21 de julio en reunión sostenida
con CONAGUA acordaron entre otras cosas, establecer una REGULACIÓN y control más transparente y equitativo sobre el aprovechamiento hídrico, especialmente en el sector agrícola, donde el uso intensivo del recurso ha generado múltiples disputas locales. Sin embargo, la propuesta provocó que los líderes de Chilac rechazaran cualquier intento de intervención, ya que no les conviene a sus intereses.

La postura de estos grupos ha sido cuestionada por distintos sectores de la sociedad, que consideran inadmisible mantener tarifas tan altas por un recurso vital. “No es justo que nos cobren 500 pesos la hora de agua cuando en otras comunidades pagan mucho menos. Aquí unos pocos se enriquecen a costa de la necesidad de todos”, expresó un locatario inconforme.

De confirmarse la intervención de CONAGUA, se abriría la puerta a una regulación que podría poner fin a las prácticas abusivas y devolver a la población la confianza en la administración del agua. Para los habitantes de Chilac, el llamado es claro: el agua debe dejar de ser un negocio particular y convertirse en un derecho garantizado para todos.